viernes, 10 de marzo de 2023

La voz de Alicia, una fotografía por revelar

 

La novela Cuaderno negro de Almada de Julia Wong Kcomt comienza con la entrada en el diario de Alicia, la protagonista, fechada el 19 de diciembre de 1999: «Mañana es el día. Mejor dicho, hoy, 19 de diciembre de 1999, a medianoche». Alicia acompaña a Alfredo, un camarógrafo peruano que ha viajado para cubrir el evento, por las calles de Macau, ya listas, adornadas, preparadas para la transferencia de la soberanía de Macau de Portugal a China. Y tal como la misma Alicia lo describe, ella y este peruano visitante, Alfredo, serán testigos de este nuevo nacimiento. Desde estas primeras páginas, Wong nos va mostrando el camino. Poco a poco, surgen las geografías y procedencias diversas. Nombra La Victoria, distrito limeño al que describe como «un lugar peligroso lleno de mercachifles, pequeños prostíbulos y delincuentes de poca monta». Y en medio de estas descripciones de tierras lejanas, surge la primera frase, camuflada, que nos dará una pista primigenia de lo que Alicia siente, vive y esconde: «A veces creo que él tampoco me puede ver...».

Las descripciones de este primer capítulo nos hacen ver, oler, saborear, sentir a Macau y sus calles, sus postres, su comida. La fotografía también se instala desde estas primeras páginas como esa herramienta capaz de atrapar un momento, un acontecimiento y esconderlo tomando la forma que el fotógrafo decida concederle. Nos sentimos participes de los sucesos y, sin percatarnos, ya comenzamos a caminar de la mano de Alicia, quien desde el segundo capítulo nos envolverá en una cascada de elipsis conduciéndonos a sus propios y cruentos abismos.

El cuaderno negro es comprado por una Alicia que acaba de cumplir diez años en 1982 y que escribirá en él hasta el 20 de diciembre de 2015. Y es a través de la escritura de este cuaderno que podremos adentrarnos en la historia que la protagonista nos relata. Las hojas de este cuaderno pretenderán en un inicio convertirse en un diario, un diario, que la protagonista, se lanza a escribir para no olvidar y que contendrá «apuntes, poemas propios y copiados, fotos pegadas, recortes de periódicos, diseños, dibujos y algunas postales», pero a partir del 20 de diciembre de 1999, Alicia solo escribirá cada año, en esa misma fecha, intentando encerrar en sus páginas un registro de todo lo vivido en aquellos años en Macau.

Y entonces el cuaderno, la autora y la narradora, nos develan la historia detrás del nacimiento de Alicia, en medio de la peor pobreza, en Ichocán, un distrito de Cajamarca. Vamos enterándonos de la compleja relación de la niña que ha quedado a cargo de su abuela. Una abuela que también ha devenido en migrante, una abuela fuerte y violenta, extraña y rabiosa, casi analfabeta, con un secreto doloroso. Una abuela que, en clara demostración de algún tipo de amor hacia la niña, solo piensa en buscar la salida para que Alicia, esa pequeña indefensa a la que a veces ella trata de «muchacha de mierda», tenga una buena educación que la salve de la desgracia y de la muerte. En esa realidad atroz, también encontramos a la madre de Alicia. Una mujer que sobrevive sobre un sucio colchón, babeando, desquiciada, loca, arrastrando las consecuencias de la ignominia. La pequeña sabe que ella es su madre, intenta ir más allá y pregunta, quiere saber que ha pasado con su madre, pero la abuela impone el silencio y asume el mando de la casa y del futuro de la niña. Wong logra llevarnos de la mano por esta casa grande con corral y plantas, que sigue siendo muy pobre en la sierra peruana para luego trasladarnos a Macau, a esa otra realidad que le espera a la pequeña Alicia. Una realidad de ropa limpia y bella, de apartamento grande, de colegio y compañeras en el que a menudo se sentirá invisible y avergonzada. Dos mundos opuestos, dos realidades, dos países, dos culturas de costumbres distintas, pero que inevitablemente, en su mezcla, la determinan.

En Macau está Teresa, la tía que luego descubrimos también es prima de Alicia y que lleva una relación extraña con su esposo. Y está el tío Ah-Kwan, el esposo de Teresa, el profesor exitoso y del que luego iremos descubriendo, a medida que las hojas del cuaderno van avanzando, secretos terribles.

En Macau, Alicia es la distinta, la migrante, sudamericana, la de los pies grandes, la que se percibe invisible y se avergüenza de decir de donde viene. En Macau, está el deseo, el sexo, la calentura, los limites violentados, porque al igual que en su tierra de origen la violencia contra las niñas persiste, se impone, se normaliza.

Cuaderno negro de Almada es el cúmulo de todas las voces, encuentros y desencuentros, secretos enterrados en el silencio o en la calzada. Ese suelo tan especial que nace en Portugal y que luego se instala en Macau durante tantos años que se convierte en parte de su identidad, aquellos hombres en cuclillas, los mestres calceteiros, reparando, creando el empedrado portugués que, bajo su belleza laberíntica de piedras blancas y negras, oculta los secretos abisales de toda una ciudad. Para Wong, en la novela, este empedrado juega un papel protagónico que les invito a develar.

En la novela, las voces se irán imponiendo, la de Alicia siempre cambiando, evolucionando, liberándose, tal vez sanando. La voz de Alfredo, el camarógrafo que por casualidad va a Macau, la voz de la abuela, de la tía Teresa, la del tío Kwan. Todas. Todas las voces. Todos los cuerpos. voces y cuerpos rotos, que arrastran el pasado del que buscan redimirse o escapar.

Las enfermedades que acechan desde antes del nacimiento determinan decisiones de la algunos de los personajes que conforman las familias en Cuaderno negro de Almada. Y en la novela se refleja lo que desde tiempos ancestrales escuchamos las mujeres. Se nos grita, se nos etiqueta, se nos acusa de locas. Locas las mujeres que siendo niñas han sido tocadas, manoseadas, penetradas abusadas, despreciadas, burladas, humilladas. Locas las madres en la Plaza de Mayo, aquellas secuestradas y luego lanzadas desde el aire a un río de muerte. Locas las niñas abusadas por sus padres, por sus tíos, por desconocidos. Locas las que denuncian, las que se defienden, las que enfrentan. Locas las que gritan, las que señalan y reclaman. Locas. Locas todas.

En la novela, las piedras de la calzada, las piedras de esos suelos que soportan nuestros pasos indiferentes, esconden, guardan, atesoran, ocultan los más inocentes y lo más atroces secretos. También albergan los suelos de Macau y del mundo, las cenizas, esos restos grisáceos de quienes fuimos, de esa humanidad que ya no está. De esos cuerpos inundados de memorias sangrientas, violentas, de desprecios sexuales, raciales, políticos.

Cuaderno negro de Almada es una novela para leer despacio, para leer con atención, para hacernos preguntas e intentar responderlas.

Alicia realiza un viaje de crecimiento. Desde su nacimiento pareciera que el destino ya tiene un camino marcado. Y ella, en ese avanzar, crece y se transforma, crece, se rompe y sana como cada una de nosotras, mujeres migrantes, viajeras, atrevidas, curiosas, inconformistas. Mujeres rebeldes, mujeres avergonzadas, dolidas. Mujeres que logran sanar las heridas. Mujeres que se sobreponen a los traumas, a los golpes, al abuso, a la tradición, a la mentira. Mujeres que sobrevuelan sus propias miserias y las entierran debajo de la tierra, transformándose, mutando, como las ciudades, como los países que van acatando los cambios de ruta, las imposiciones políticas, culturales. Colonizados y colonizadores. Una gran y permanente metamorfosis de las ciudades, las culturas, los poderes, las fronteras y, otra vez, los cuerpos.

 

Kathy Serrano

 




Ficha técnica

Título: Cuaderno negro de Almada
Autora: Julia Wong Kcomt 
Género: novela
ISBN: 978-612-5058-10-2
Sello/editorial: Gafas Moradas 
Ciudad y año de publicación: Lima, 2022
Tamaño: 13.5 x 21 cm
Peso: 220 g
Páginas: 130
Precio de venta: S/ 45
Reseña de contraportada: Entre linternas de papel y los dibujos maravillosos de las calzadas de los mestres calceteiros portugueses, Cuaderno negro de Almada guarda la historia de vida de Alicia Li, una joven migrante quien necesitaba contar su vivencias y lo que pasaba a su alrededor a través de fotos, poemas, recortes, pensamientos y hechos. La novela empieza en el fascinante Macau, donde Alicia vive con sus tíos, Teresa y Kwan. Ella se muda a esta región en busca de una vida mejor después de vivir su infancia temprana en la sierra peruana, en Ichocán, Cajamarca, junto a su abuela. En su nuevo hogar, se pregunta quién es, recuerda de dónde viene, descubre un deseo sexual intenso y de tintes prohibidos, y encuentra lo qué quiere hacer en la vida. Esta intrigante historia también nos permite vislumbrar los mundos internos de Teresa y Kwan, la percepción de ambos sobre su relación de pareja y sobre Alicia, la sobrina del lejano Perú con la que forman una familia. Además, nos permite acompañar a Alicia y su fascinación por el arte y los secretos de los calceteiros, quienes, piensa, deben conocer todos los secretos del mundo que pisamos. Cuaderno negro de Almada es una novela profundamente humana, que nos lleva a preguntarnos sobre la naturaleza del amor, la familia y el propósito personal de vida. Julia Wong crea en Alicia un personaje complejo y real, que parece hablarnos directamente, escribir para que compartamos sus recuerdos, preguntas y penas.
Biografía: Julia Wong Kcomt (Chepén, 1965) es gestora cultural y escritora. Si bien publicó su primer poemario a inicios de la década de 1990, a partir del 2000 se intensificó su producción literaria, tanto en poesía como en narrativa. Siendo hija de padre migrante chino y madre tusán, su escritura aborda con frecuencia temas muy relacionados con aspectos biográficos, como la identidad, la migración y el viaje. Su mayor preocupación ha sido divulgar la literatura de la diáspora asiática (tanto china como japonesa), además de resaltar la producción de autores del norte del país. Desde muy pequeña tuvo contacto con la lusofonía por sus visitas constantes a Macau, donde  vivió su padre por veinticinco años, hecho que también se refleja en su obra. Ha publicado las novelas Mongolia (2015) y Aquello que perdimos en la arena (2019), y los poemarios Un vaso de leche fría para el rapsoda (2016), Pessoa por Wong (2018), Tequila prayers (2018) y Antología poética (1993-2019) (2020).

Lugares de venta
Librerías: El Virrey (calle Bolognesi 510, Miraflores), Placeres Compulsivos (jirón Mariscal José Antonio de Sucre 407, Barranco), Sur (avenida Pardo y Aliaga 683, San Isidro), Babel (Arístides Aljovín 421, Miraflores), 
Librerías web: Gafas MoradasMercado LibreLa PajareraAnonyma LibreríaUna Tribu Librera, en el Perú (libro impreso); Buscalibre, en Colombia (libro impreso); Gandhi, en México (libro impreso); Casa del Libro, en España (libro impreso); Book Depository, en todo el mundo (libro impreso); Agapea y Todos Tus Libros, en España (impresión bajo demanda); Librería de la U, en Colombia (impresión bajo demanda); y El Petirrojo, en Ecuador (impresión bajo demanda). 
 
Información de interés
Dirección electrónica de la autora: beltcoast@gmail.com



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y Autores Peruanos en Medios Digitales-2022 convocado por el Ministerio de Cultura del Perú

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