sábado, 1 de abril de 2023

Como Suwa en Kuankus


Como todo arte, la poesía ofrece una mirada del mundo. Esta mirada particular de cada poeta se verá nutrida de muchas fuentes, como su lugar de origen, su territorio, su entorno familiar y social, las comunidades que integre, su lengua materna y todas las vivencias, tal vez en gran parte de la infancia, que perduren en su memoria. Visto de esta manera, podríamos encontrar en la producción poética innumerables miradas que nos acerquen a mundos diversos. Sin embargo, el canon literario peruano se ha configurado por mucho tiempo sin mayores bemoles, omitiendo entre sus representantes y obras «fijadas», la literatura amazónica, la literatura en lenguas originarias, literaturas regionales e incluso una escasez de escritoras ante un canon principalmente masculino y centralista. 

Los tiempos están cambiando y la publicación de Sanchiu de Dina Ananco es una bocanada de aire fresco para la poesía peruana actual. El primer poemario escrito en lengua wampis, y versionado al español por la misma autora, nos ofrece una mirada del mundo amazónico, desde una identidad compleja y única en su género. La voz que nos habla en los poemas de Sanchiu es claramente una voz de mujer, una mujer awajun-wampis, pero también una mujer migrante que reconoce en ella huellas de la opaca ciudad en la que hoy radica y considera su hogar. Esta voz poética de mujer nos habla también desde sus diversas facetas: madre, hija, amante, universitaria, ciudadana, heredera y defensora de saberes ancestrales recibidos por medio de la oralidad.

El título Sanchiu se debe al apellido de la abuela materna de Dina Ananco, que además aparece retratada en la portada del libro. Este homenaje nace de la sabiduría de la tradición awajun-wampis que transmitió a la autora por medio de la oralidad. «En tus ojos conocí la historia de mis ancestros”, “En tu palabra conocí a mi familia / Escuché el anen / Inhalé el tabaco». Partiendo de su figura, el poemario ofrece también un homenaje a todas las mujeres wampis, y reconoce en ellas una situación de desprecio y violencia, que no les permite contar con las mismas oportunidades que sus pares hombres. En el poema «Mujer», denuncia: «Dices que respetas a la madre Nunkui / Pero arrojas a tu esposa al suelo y la pateas / La mujer es débil, dices / Dices que respetas a la mujer / “La mujer no puede estudiar porque se embaraza”, sueles decir». Asimismo, en el poema «Palabra del hombre wampis», evidencia la condición relegada de la mujer en la comunidad: «Nunca se escucha la palabra de la mujer / Las mujeres son come piojos / Hablan sin fundamento / No seas como una mujer». Esta condición se ve refrendada por la tradición awajun-wampis, pero ante ello, no se muestra sumisión, sino se levanta la voz, como en el poema «Soy mujer y puedo»: «No soy un árbol para quedarme muda / mientras golpean mi tronco. / No, y no / no soy una tortuga para que me maten a golpes, a machetazos / mientras mi corazón palpita».

En el poema «No sé ustedes», la voz única y a la vez múltiple pone sobre la mesa el tema de la identidad y cómo esta se construye. Entre símbolos provenientes de la tradición wampis como el tarach (atuendo tradicional), aretes de pluma, collares y pulseras de semillas, un labial rojo reemplaza al achiote para pintar su cara con las líneas de sus ancestros. Otros elementos contemporáneos como las redes sociales, los likes, los taxis por aplicativo, pasan a ser parte del día a día de la voz poética y forman parte también de la construcción de su identidad múltiple. El cambio de vestimenta podría representar ese supuesto paso de una identidad a otra, como si bastaran estos atuendos para ser wampis ante los otros, problematizando también el tema de la exotización de la cultura. La confesión final en el poema deja ver un cuestionamiento sobre su identidad, pero a la vez, un saberse de todas partes, asumiendo esta voz múltiple cuyas raíces interminables la emparentan no solo con su lugar de origen, sino con todos los que transita, conoce e influyen en ella en el transcurso de su vida. La mención de Suwa, mujer convertida en árbol de huito según la tradición oral awajun, situándola en Kuankus, río perteneciente a Ecuador, donde la comunidad de los shuar cuentan otras versiones de la misma tradición, reafirma esta idea de cómo los saberes y culturas se entrelazan para construir la identidad. «No sé ustedes, / Pero yo no me conozco / Y me prefiero así / Ser de todas partes / Con una raíz interminable / Como Suwa en Kuankus».

Se retoma esta identidad múltiple en el poema «La pureza ambigua», al cuestionar la idea de pureza de la cultura wampis, que refleja un desdén ante aquello que viene de fuera: «Sí, debe sentirse uno el absoluto placer al llamarse puro / Tan ambiguo / Como yo en mis diversas culturas y / Caminos recorridos de la vida / En tantos continentes de la experiencia / Tan cósmico como la vida breve hacia la eternidad».

A lo largo del poemario se presentan referentes de las culturas awajun y wampis, como deidades, líderes de la comunidad, guías espirituales y personajes de la tradición oral. Por lo general, la voz poética dirige cuestionamientos a estos referentes, queriendo conocer sus secretos: «Cuántos anen habrá cantado / Cuántas cabezas habrá visto cortar. (…) Cómo llegaste a ser pamuk / Enséñame, le puedo decir», o los nombra para interpelar a otros miembros de su comunidad en la defensa de su territorio: «¿Por qué no cuidas tu territorio? / Si viviera Mikut, se avergonzaría de ti. / Cuida el Río Santiago, cuida el agua. / se está contaminando», o en el respeto a las mujeres: «Si conoces a la Nunkui / Si por donde caminas recuerdas siempre a la Nunkui / Piensa, Nunkui es mujer». Cabe mencionar que al final del libro se incluye un glosario, con varios términos wampis mencionados, que será de gran ayuda durante la lectura para quienes leemos la versión en español de los poemas.

También cobran protagonismo en el libro los árboles, las plantas, los animales, los seres vivos en general con los que se dialoga y se convive en armonía. En poemas como «La enfermedad» y «Guardianes del bosque», se refleja la importancia de las plantas medicinales para curar a los wampis, así como el respeto del bosque y de los seres que lo habitan. Se conocen también las propiedades del ajej o kion, en el poema que lleva su nombre. Se personifica al árbol de awan o caoba, imaginándolo sonriente y educado, saludando a los transeúntes. En «Cantan», se añora los sonidos de la selva, los cantos animales que se escuchan al recorrerla, y la voz poética se emparenta con ellos y la naturaleza: «Allí estoy yo también / aunque me sienta triste / sonriente ando». Algunos animales, según la tradición, provienen de personas que se transformaron en ellos y también cuentan con saberes. Por ejemplo, se le pedirá al auju o ayaymama que le ayude a encontrar la verdadera arcilla para aprender a hacer una tinaja. Así, la sabiduría ancestral también proviene y se ve encarnada en la naturaleza, de ahí la importancia de la defensa del territorio, en poemas como «Mikut», o de la interconexión entre todos los seres y elementos de la naturaleza, las comunidades y los seres humanos, como en «Sutil conexión»: «No hay awarun sin el wampis / No sería Estado sin el awarun y wampis / No hay un tú sin mí / No hay un yo sin ti». Este poema también nos interpela en cuanto a la ausencia del Estado en muchas zonas de la Amazonía. Ante esta situación, en el poema «Los sueños en la pandemia» se nombra la injusticia y el abandono, pero se resalta la resistencia del pueblo amazónico: «Si decimos que fue fruto de un sueño / para que nuestra bandera / flameara de rojo y blanco / ¿qué color debemos soñar para ser libres? / El verde de la amazonía es nuestra esperanza / ¿el verde de nuestros bosques es también nuestra perdición? (…) Resistimos para resistir. / Soñamos para resistir. / Tan frágiles pero indomables / como los ríos / fluimos, fluimos».

Dina Ananco nos presenta en Sanchiu el primer poemario en lengua wampis y español, pero además nos remueve con una voz poética de mujer que cuestiona, denuncia, pero también celebra el bosque, sus tradiciones y todas las raíces, amazónicas y no, que confluyen en ella, que no es «de acá ni de allá», sino de todas partes, como Suwa en Kuankus.


Becky Urbina





Ficha técnica
Título: Sanchiu 
Autora: Dina Ananco 
Género: poesía
ISBN: 978-612-429758-8
Sello/editorial: Biblioteca Tlakatlpacha Poesía-Pakarina Ediciones
Ciudad y año de publicación: Lima, 2021
Tamaño: 19.2 x 19.2 cm
Peso: 197 g
Páginas: 128
Precio de venta: S/ 35
Reseña de contraportada: Sanchiu, de Dina Ananco, instala la cultura wampis en el panorama de la poesía peruana. Se trata de una voz poética que escapa del ritual para situar en primer plano las vivencias, la memoria actualizada, sus dioses y sus espíritus. Estructura directa de imágenes sucesivas y fluidas, río-bosque-comunidad-mujer, que se percibe en la lengua replicando un tono que interpela y que, por momentos, parodia la vida moderna —pienso en «Atumsha urukarmetsu»/ «No sé ustedes»—. Al final, es eso, palabra tierna y luchadora «Wampis nuwa asam/ Awarun nuwa asam (porque eres mujer wampis/ porque eres mujer awajun)». Este poemario escrito en lengua wampis es palabra transgresora que azota al castellano. Sanchiu, cuestiona, o mejor, reubica la función del tradicional anen y nampet; revela el acto poético como esencia sanadora o canto ritual; es verso donde el pueblo wampis se expresa con sencillez compleja, evocando el mito y la vida actual; por ello es poesía dadora: «Pujutnasha itamainitjai wi wakerakun (Puedo dar la vida cuando quiero)». Un poemario con río, bosque y mito, como golpe: tierno y batallador. (Gonzalo Espino).
Biografía: Dina Ananco (Bagua, 1985) es awajun por parte de padre y wampis por parte de madre, ambos pueblos de la región Amazonas en el Perú. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y una maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en esta misma casa de estudios. Se desempeña como traductora e intérprete de lenguas indígenas y en 2021 publicó el primer poemario peruano escrito en wampis.

Lugares de venta
Librerías: El Virrey (calle Bolognesi 510, Miraflores), Lancom Bookstore (avenida Petit Thouars 5550, Miraflores), Sur (avenida Pardo y Aliaga 683, San Isidro), Centro de Estudio Literarios Antonio Cornejo Polar (avenida Alfredo Benavides 3074, urbanización La Castellana Miraflores), Libun (avenida Petit Thouars 4799, Miraflores), Ccori Wasi (avenida Arequipa 5198, Miraflores), San Cristóbal (jirón Camaná 1039, Lima), PUCP (avenida Universitaria 1801, San Miguel), URP (avenida Alfredo Benavides 5440, Santiago de Surco), FCE de la UNMSM (avenida Universitaria con calle Germán Amézaga 375, Cercado de Lima).
Librerías web: Libros Peruanos

Información de interés
WhatsApp, dirección electrónica y web de la editorial: +51 999-427-705, informes@pakarinaediciones.org, www.pakarinaediciones.org



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